viernes, 16 de agosto de 2013

COMO REALIZAR UN CLUB DE LECTURA!! QUIERES ASESORIA? ESCRIBEME!!!


¿Qué se necesita para poner en marcha un club?

Ante todo necesitamos un local donde celebrar los encuentros, lotes de libros de un mismo título, un coordinador de la actividad, unos acuerdos básicos para funcionar y lo más importante: participantes.

¿Quién puede crear un club de lectura?

La iniciativa privada y la pública se solapan en la mayoría de casos. Un club de lectura puede funcionar tanto impulsado por una biblioteca, un grupo de amigos, un grupo de padres, una asociación cultural, una residencia de la tercera edad, un programa de integración de inmigrantes, una onegé, un aula de lectura, a propuesta de un profesor o de un conjunto de alumnos... Lo importante es querer desarrollar la actividad, planificarla con método y realizarla con ilusión.

¿Cuál es el lugar más idóneo para los encuentros?

Vale cualquier sitio siempre y cuando haya unas condiciones mínimas de habitabilidad y no se moleste a otras personas. A partir de ahí, sirve tanto la sala de una biblioteca como el local de una asociación, una librería o un aula multiusos. Eso sí necesitaremos sillas para que los participantes puedan sentarse y una mesa donde colocar los libros, folios y bolígrafos. Si se puede elegir, mejor escoged una mesa redonda o en todo caso oval porque permite a miembros del club verse las caras.


¿Cuántos podemos formar el grupo?

Un buen grupo es aquel que se mueve en torno a los 10-20 participantes. Por debajo de esta cifra el riesgo de que un día no puedan acudir parte o la mayoría de sus miembros entraña serios riesgos para el éxito de la actividad. Más de 20 miembros no es aconsejable, tanto por la dificultad de moderar la tertulia como por la de reunir lotes de libros de más de 20 ejemplares.
Si bien hay clubes que contradicen este postulado y funcionan a la maravilla con tan sólo 6 participantes o con 25.

¿De dónde sacamos los libros?

Es obvio que para funcionar como club necesitamos lotes de libros de un mismo título suficientes para repartir entre los participantes. Tal vez este sea el gasto más importante de la actividad, por eso hay que estudiar todas las posibilidades.

1.Comprar nosotros el lote del libro elegido
2.Pedirlo en préstamo a otros clubes de lectura
3. Ponernos de acuerdo con otros clubes de nuestra provincia para compartir gastos y hacer rotación de libros.
4.Conseguir que un organismo de una provincia o autonomía financie cada año la compra de libros y estos puedan circular de club en club mediante un formulario de reserva.

Si adquirimos nosotros los libros deberemos tener en cuenta el tipo de letra de la edición, la edición en sí (algunas son tan malas que enseguida se desbaratan) y un factor de calidad literaria: ¿pasado el tiempo seguirá mereciendo la pena tener un fondo tan elevado de la obra escogida?

Podemos pedir libros a otros clubes, siempre y cuando también nosotros compremos algún título (por poco que sea lo que podamos) y ofrezcamos nuestro fondo. De esa manera enriquecemos el catálogo común.

Para abaratar costes (de transporte en caso de préstamo entre provincias o de inversión en libros, cuando se ha producido adquisición de obras) recurriremos a una fórmula interesante consistente en convocar reuniones periódicas de los coordinadores de clubes que haya en una misma provincia y hacer una puesta en común de intenciones, proyectos, reservas de libros e iniciativas de las que puedan beneficiarse todos los clubes.

¿Qué horario es el mejor?

El horario de mañana conviene más, por lo general, a los grupos integrados mayoritariamente por mujeres. Para algunas mamás con hijos pequeños y que trabajan sólo en casa, el horario vespertino es imposible. También las amas de casa sin responsabilidades de hijos, los jubilados, los trabajadores por turnos y los estudiantes pueden estar interesados en esta oferta matinal.
Sin embargo, la oferta más amplia la encontraremos en los grupos de tarde y de tarde-noche. Un porcentaje elevado de participantes en clubes de lectura se inclina por esta opción para poder combinar ocio, trabajo y familia.

¿Con qué periodicidad nos reuniremos?

Una vez cada semana.
Una vez cada quince días.
Una vez al mes.
Dependiendo de la naturaleza del club, de la facilidad para conseguir lotes libros, del tiempo que dispongan los integrantes del grupo, se podrá fijar una periodicidad. A priori ninguna es mejor que el resto.

¿Necesitamos un nombre?

El nombre proporciona cierta información sobre la actividad, por eso es importante que se llame de alguna manera. Club de lectura, tertulias literarias, taller de lectura, grupo de lectura son algunos de las denominaciones más frecuentes.

La figura del coordinador/a

Sin coordinador es difícil, aunque no imposible, poner en marcha un club de lectura. El coordinador/a es la persona encargada de planificar todos los aspectos referidos la actividad:

*La elección de los títulos
* La programación del club para el tiempo que se estime (trimestre, semestre o año)
* La periodicidad de las reuniones, así como la elección de día, fecha y hora más idóneos
*Preparar la documentación sobre los autores y las obras elegidas
*Planificar las actividades complementarias que vayan a hacerse.
*Moderar las reuniones (impedir la monopolización de la palabra)
*Apagar fuegos
* Controlar el préstamo y la devolución de los libros
* Recoger las sugerencias de los miembros del grupo y proponer iniciativas

Las responsabilidades del coordinador son grandes. Puede coincidir con la figura del bibliotecario/a, pero también puede ser una persona ajena a la institución que, bien por sus cualidades o por su formación, recibe una remuneración por el desempeño de esta actividad. Si no se cuenta con presupuesto la dificultad se puede solventar recurriendo al concurso de los voluntarios. De hecho, hay clubes que por criterio propio funcionan con coordinadores rotatorios.
El coordinador debe ser un buen lector. Asimismo conviene que sea una persona de recursos, hábil para conducir temas espinosos, motivadora, con capacidad de observación y resolutiva.
Partimos de la premisa de que no tiene por qué ser un/a profesor/a de literatura. El coordinador es sencillamente un mediador dotado para la animación a la lectura.

Acuerdos básicos

Un club de lectura se rige más por acuerdos que por normas. Es importante mencionar desde el principio el respeto a las opiniones ajenas, desterrar el insulto y la descalificación y facilitar el diálogo.
En cuanto al cuidado de los libros se debe repetir a menudo la prohibición del subrayado de libros y aconsejar a los participantes que forren sus ejemplares mientras lo están usando para prevenir posibles manchas y deterioro de las pastas.
Por lo general esta actividad es de carácter gratuito. La forma de evitar que se apunten personas que no piensan ir, pero sí ocupan una plaza, es pedir a los participantes un compromiso con la actividad que, si bien no implica obligatoriedad de asistencia, requiere una cierta regularidad de asistencia.

¿De dónde sacamos a los participantes?

Los potenciales participantes, en la mayor parte de los casos, no se van a enterar de la puesta en marcha del club de lectura así que hay que salir en su busca. Poner carteles con reclamos atractivos en lugares como bibliotecas, casas de cultura, ayuntamientos, colegios, institutos y residencias es una buena idea.

Otro buen método de reclutamiento consiste en repartir octavillas fotocopiadas en sitios donde contamos con la heterogeneidad de sus usuarios : supermercados, gimnasios, clases de manualidades, talleres varios, cafeterías, sedes de asociaciones culturales, museos, salas de exposiciones, escuelas de idiomas, piscinas, herboristerías, Bancos, oficinas de Cajas de Ahorro…

Los medios de comunicación pueden resultar una baza importante. Lo que ocurre es que salvo los medios locales, el resto, no acostumbra a pararse demasiado en las pequeñas iniciativas culturales. De modo que conviene ser ingenioso y redactar una nota de prensa imaginativa que atraiga la atención de los periodistas. No deberíamos descuidar las radios, mucho más interesantes que los periódicos, porque admiten de mejor grado que el coordinador o el director de la actividad vaya a la emisora a contar en qué consiste la iniciativa.


El primer día

El primer día hay que dedicarlo a conocerse. Los integrantes del club pueden presentarse y comentar por qué han respondido a la llamada de la actividad y qué esperan del club de lectura. Definir sus perfiles como lectores ayudará al coordinador a reorientar la actividad. Es aconsejable introducir algún juego dinamizador pues ayuda a superar el bloqueo inicial del grupo de desconocidos. Por ejemplo, los integrantes pueden presentarse por parejas después de conversar unos minutos y decirse lo más esencial: nombre, profesión, lugar de procedencia, aficiones…
El coordinador debe explicar en qué consiste su papel y/o el del bibliotecario y cuál va a ser la mecánica de funcionamiento del grupo en adelante. Explicará que todos los participantes van a recibir un libro para llevar a casa y que en el caso de los títulos voluminosos se fijará una cantidad de páginas para cada reunión del club. Si lo considera conveniente, puede dar unas pautas de antemano sobre la obra: localización de la historia, grado de dificultad, singularidades del autor…

Pongamos un ejemplo: si se va a leer "Aura" de Carlos Fuentes, podría avisar de la peculiaridad del empleo de la segunda persona narrativa, algo bastante infrecuente en la narrativa tradicional.

También deberá proporcionar al grupo sencillas instrucciones para el día de la reunión: como pedirle a los participantes del club que traigan anotaciones de citas, descripciones, comentarios sobre personajes o momentos de la obra literaria que le hayan suscitado alguna reflexión, observaciones de la estructura, dudas que han ido surgiendo durante la lectura y cualquier aspecto que les atraiga; facilitará el trabajo del grupo con el análisis de la lectura.

No olvidar, sin embargo, que el objetivo de este primer día es despertar apetito en los lectores. Deberemos llevar el guión bien preparado con preguntas motivadoras y algún texto que induzca al intercambio de opiniones y a querer volver el próximo día.

Suele ser divertido comentar nuestros hábitos lectores: dónde leemos, qué horario preferimos, cómo elegimos los títulos que vamos a leer, qué nos gusta de un libro, si prestamos o no nuestros ejemplares, anécdotas que nos hayan sucedido…

Gobernar el club de lectura

Para evitar agobios innecesarios es preferible visitar algún club de lectura como espectador/a y consultar con los coordinadores que tienen más experiencia el desarrollo de una sesión tipo.


¿Cómo se desarrolla una sesión tipo?

En la mayor parte de las experiencias de clubes de lectura los participantes esperan indicaciones del coordinador para empezar a comentar la lectura. Lo habitual es empezar, si no se ha hecho en una sesión anterior, con la presentación del autor/a y de la obra. Puede llevarse alguna reseña crítica o una entrevista especialmente interesante. Introducido el tema se procederá a hacer una ronda de tanteo: ¿qué os ha parecido el libro?
El coordinador debe ir introduciendo, si no lo hacen los participantes del club, temas como estructura, contenido, género, punto de vista, tiempo narrativo.
Los lectores gustan de relacionar las lecturas unas con otras. Una de las razones por las que acuden los miembros del club a las reuniones descansa en el deseo de profundizar en la lectura solitaria y añadir nuevas interpretaciones a la propia.

¿Quién hace de moderador?

El éxito de un club de lectura descansa en buena parte en las capacidades del coordinador/a para moderar. No todos los miembros del club quieren hablar, pero sin duda encontraremos frecuentemente miembros de estos grupos que sólo quieren hablar ellos. Si no queremos perder a nuestros participantes menos verborraicos deberemos prestar atención a aquéllos que intentan hablar y como rara vez se les deja, al segundo intento desisten de hacerlo por lo que acaban cansándose y marchándose del grupo.


¿Qué documentación aporta el coordinador y dónde la encuentra?

Tampoco se trata de apabullar a los miembros del club con una avalancha de información sacada de enciclopedias o vastas monografías. A veces basta con la referencia a un artículo o una breve nota biográfica. No obstante los participantes agradecen que se sitúe al artista en su tiempo y en su corriente. Comentar el Frankestein de Mary Shelley implica situar la obra en el movimiento Romántico y mencionar la apuesta que un grupo de escritores hizo sobre quién de ellos escribiría el relato de miedo más terrorífico, origen de la obra (de no haber mediado este reto, Frankestein no existiría).

Para elaborar un pequeño dossier sobre el autor y su obra, las revistas literarias suelen ser una buena fuente de información, tanto las de versión papel como las digitales. Hoy día la mayoría de los escritores tiene página web con reseña biográfica, información sobre los libros que ha publicado, premios literarios obtenidos y un dossier de prensa.

¿Qué clase de actividades complementarias podemos proponer?

Aquí bien vale el viejo lema sesentayochero: "la imaginación al poder". Hay infinidad de actividades que complementan la lectura del libro: desde ver una película basada en el original literario o asistir a una representación teatral, hasta una excursión al lugar donde se ambienta una novela, planificar encuentros con escritores, trazar un itinerario literario de una ciudad protagonista de una lectura, confeccionar un mapa con los acontecimientos históricos que surgen de un determinado libro, organizar una conferencia sobre conexiones entre la música y la literatura; realizar una lectura colectiva de homenaje a un clásico, visitar un museo de arte moderno si se ha elegido una obra que provoque una discusión sobre el arte contemporáneo, convocar un concurso de relatos, seleccionados entre escritores consagrados, con una votación a mano alzada para elegir el mejor relato según criterio de los miembros del club de lectura. Y suma y sigue...

Buenas ideas

Si de cada libro se elabora una ficha y al término de la lectura se reparte a cada uno de los participantes la fotocopia, estos llevarán control de sus lecturas y les servirá para refrescar la memoria cuando quieran saber qué leyeron el pasado año y si recomendarían o no tal libro.

Esta ficha y la documentación que se haya utilizado sobre el libro puede acompañar al lote de libros cuando éste se preste a otro club de lectura y así facilitar el trabajo documental.

Plantear las lecturas de un trimestre alrededor de una temática concreta ayuda a redondear la programación y puede sacar de apuros a un club de lectura de pocos recursos. Un ejemplo podría ser "UN TRIMESTRE DE CUENTO" con lecturas de relatos del género en todas sus vertientes: clásico, de humor, gótico, de terror, psicológico, realista, folfklórico, fantástico, filosófico...


La elección de los títulos

Quizás éste sea el capítulo más delicado y en el que resulte más difícil atinar. Una buena selección de obras para el club de lectura requiere: conocimiento previo de la obra, exigencia de calidad literaria, interés del planteamiento argumental y del desarrollo de la historia.

Libros de consenso general:

Hay una serie de libros casi infalibles para empezar la actividad literaria de un club de lectura. La razón es que gustan a la mayoría de lectores con independencia de la edad, el sexo, procedencia geográfica y extracción social. Estos libros conforman esta breve selección:


Adultos


El amor en los tiempos del cólera
Gabriel García Márquez

La sonrisa etrusca
José Luis Sampedro

La casa de los espíritus
Isabel Allende

Orgullo y prejuicio
Jane Austen

El guardián entre el centeno
J.D. Salinger

Mejillones para cenar
Birgit Vanderbeke

Las hijas de Hanna
Marianne Fredriksson

Sostiene Pereira
Antonio Tabucchi

El callejón de los milagros
Nayib Mahfuz

La quinta mujer
Henning Mankell

El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde

Sueños en el umbral
Fátima Mernissi


Juvenil:

Los zapatos de murano
Miguel A. Fernández Pacheco

Los escarabajos vuelan al atardecer
Maria Gripe

Cuando Hitler robó el conejo rosa
Judith Kerr

Postales desde la tierra de nadie
Aidan Chambers

Día de Reyes Magos
Emilio Pascual

La traidora
Gudrun Pausewang

Cuaderno de agosto
Alice Vieira

Paradero desconocido
Kathrine Kressmann Taylor

Infantil

Matilda
Roald Dahl

Anastasia Krupnik
Lois Lowry

Manolito Gafotas
Elvira Lindo

El pequeño Nicolás
Sempé Goscinny

Los batautos
Consuelo Armijo

La increíble historia de la hormiga Miga
Emili Teixidor

Las cosas de Ramón Lamote
Paco Martín

Los hijos de Lúa
Fina Casaldelrrey


Actos sociales

El club de lectura es en sí un acto social. No obstante abre la puerta a otros. Para aprovechar oportunidades de difusión de actividades de un pueblo o ciudad, la biblioteca, librería, centro cívico etc.. debe acostumbrarse a dejar sobre la mesa de reuniones información sobre proyecciones de cine, exposiciones, conciertos, charlas, cursos, seminarios, visitas de escritores, talleres en la biblioteca y otros. Seguro que a más de un participante del club le encantará esta clase de atenciones.


Evaluación

La crítica es siempre constructiva y por eso el coordinador debe someter a examen la actividad. Mejor que la encuesta sea anónima porque así los participantes se sentirán más libres de opinar.
La evaluación de la actividad debe contemplar aspectos como: nivel de integración de los participantes, satisfacción, aspectos positivos y negativos, calificación de los libros y cuál sería su contribución para mejorar el desarrollo del club.

Las fechas especiales

Suele ocurrir que al cabo de cierto tiempo de compartir tiempo de ocio juntos, el grupo desarrolle iniciativas como hacer una cena de Navidad o fin de curso. También se puede dar el caso de que se proponga una merienda o un desayuno colectivo con aportaciones de cada participante: un termo de café, una botella de pacharán, unas pastas, un bizcocho casero, una caja de bombones, una tortilla de patatas…
Para festejar el día del libro, el San Jordi, las Letras Galegas, el día internacional del Libro Infantil y Juvenil se pueden organizar también sencillas celebraciones donde se combine gastronomía con literatura.

Si se cuenta con presupuesto, para dar la bienvenida a los participantes, estos apreciarán, sin duda, un sencillo piscolabis que ayude a romper el hielo y a dar carácter festivo al inicio de la actividad.

Ejemplos de clubes de lectura:

-De narrativa
-De padres
-De idiomas
-De ensayo
-De género negro
-De poesía
-De mujeres
-De autor/a
-De adolescentes
-De niños
-De literatura infantil y juvenil para adultos
-De mayores
-De enfermos
-De presos
-De verano
-De campamentos
-De gastronomía
-De literatura y cine

Directorio de preguntas frecuentes:


P: ¿Dónde puedo conseguir más libros de este autor/a?

R: El coordinador del club, el bibliotecario, el librero o el editor pueden proporcionarte la información. En caso de que la biblioteca no posea más obra propón una desiderata para que cuando haya presupuesto tu título elegido figure entre las compras preferentes.
Las bibliotecas también ofrecen la posibilidad del préstamo interbibliotecario, así que puedes solicitarlo y, eso sí, leerlo en sala porque no lo podrás llevar a casa.


P: Voy a crear un club de lectura ¿es preferible que los participantes sean de una edad y sexo o por el contrario resulta más interesante o enriquecedor la mezcla?

R: Si se trata de un club infantil o juvenil mejor busca la homogeneidad. También resulta más interesante esta opción si el club es específico: por ejemplo de enfermos o de presos. En el caso de adultos siempre es más enriquecedora la mezcla.

P: ¿Es bueno vetar de antemano ciertos temas como la religión y la política?

R: Cada grupo establece sus normas. La religión y la política están en todos los aspectos de la vida, por lo que será muy difícil que no salgan en un momento dado. Compete al coordinador/a vigilar que el clima de las conversaciones sea de respeto y nunca de insulto o mofa.

P: Soy incompatible con algún miembro del grupo y me está afectando tanto su comportamiento que me planteo dejar el grupo ¿debo comentarlo con el coordinador?

R: Desde luego que sí. Sería muy triste que tuvieses que abandonar una actividad que te proporciona un gran placer por la actitud de otra persona. Busca la ayuda del coordinador e intenta arreglar la situación.

 Cómo crear un club de lectura
en cualquier rincón del mundo

¿Y por qué tú no? Crear un club de lectura no resulta una empresa difícil. Sigue nuestras pautas y enriquécete con tu propia experiencia.  
     
 La denominación club de lectura:

Denominamos club de lectura al grupo de lectores que se reúne periódicamente para realizar una puesta en común de los libros que, previamente, han leído en todo o en parte sus integrantes, de forma solitaria.

P: ¿Qué hago cuando por un imprevisto de última hora no dispongo de los libros que debía entregar a los miembros del club?

R: Coméntaselo a los participantes y propón un cambio. Sé previsor/a y ten en la recámara siempre dispuesto un relato que puedas repartir en un momento dado.


P: Las lecturas que programa nuestro coordinador/a del club no nos suelen gustar en general pero aunque se lo decimos persiste en el empeño de seguir programando libros de ese tipo ¿qué hacemos?

R: Recurrid a Fuenteovejuna todos a una y hablarlo en grupo. Explicadle vuestras razones y las posibles soluciones. Ofrecedle títulos alternativos.


P:¿Es bueno dar carta blanca a los participantes del club para que sean ellos los que elijan el tipo de lectura que programaremos?

R: Siempre resulta interesante escuchar sugerencias. Eso no quiere decir que nos atengamos estrictamente a ellas pues algunos títulos, por razón de tamaño, complejidad, dificultad de encontrar ejemplares, pueden no convenirnos, de modo que sí pero no al cien por cien.



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