El libro es hoy uno de los representantes más claros y aún más importantes de la cultura, pese al avance de diferentes soportes tecnológicos que le han hecho perder parte de su popularidad. El libro es sin duda alguna una de las creaciones más relevantes del ser humano no sólo en lo que hace a la conservación si no también a la transmisión de la cultura, de la ciencia, de la historia, de la filosofía, etc. Esto es así ya que el libro aparece como una de las formas más comunes de registro de datos, información y otros numerosos elementos que en definitiva hacen a la identidad del ser humano como parte de la civilización.El libro podría ser considerado, en términos técnicos, sólo como un soporte en el cual se registran y se almacenan datos, función que hoy en día también es cumplida por varios y numerosos aparatos tecnológicos. Sin embargo, lo que todavía no se le ha podido quitar al libro es su gran alcance mundial, es decir, la facilidad con la que ha llegado a todos los rincones del planeta, incluso a aquellos más lejanos. Al mismo tiempo, el libro permanece todavía como una herramienta del saber mucho más accesible en términos económicos que varios de los aparatos tecnológicos que buscan reemplazarlo. De este modo, el libro sigue siendo aún hoy el principal soporte y medio de transmisión de la cultura, de los saberes, de los conocimientos infinitos que produce el ser humano.
El libro tiene un formato relativamente simple, que consta de tapas y de un centro compuesto por hojas de papel en las cuales se imprime o se escribe el material y la información a ser transmitidas. Dependiendo del material en el que sea realizado y del cuidado que se le de, el libro puede perdurar por muchos siglos y ser una fuente importantísima de información y de conocimiento para las generaciones futuras.
desde Importancia http://www.importancia.org/libro.php#ixzz2esInmCGt
desde Importancia http://www.importancia.org/libro.php#ixzz2esIfJnVC
sábado, 14 de septiembre de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
ANECDOTARIO INSÓLITO DE LA HISTORIA MEXICANA
HOLA COMO ESTÁN MIS 4 LECTORES! LOS SALUDO CON APRECIO Y CARIÑO ESPERANDO QUE LAS DINÁMICAS DE LECTURAS CON MI PALABRA ESCRITAS LLEGUEN AL CORAZÓN DE LA GENTE Y PODAMOS CONSTRUIR UN GRAN CLUB, QUE ES EL OBJETIVO.
HOY LES VOY A PLATICAR SOBRE FRAGMENTO DE EL LIBRITO DE LAS SALAS DE LECTURA DE CONACULTA!
LA PATRIA ES PRIMERO:
AGUSTINA RAMIREZ, originaria de mocorito, sinaloa, no fua una madre común y corriente. durante la guerra contra la intervención francesa y el imperio de Maximiliano, agustina sufrió la muerte de su marido, que había marchado al campo de batalla, pero no lloró, tomó valor y ofreció la vida de sus doce hijos para defender la república, " OS ENTREGO, PORQUE CUANDO LA PATRIA ESTA EN PELIGRO, LOS HIJOS YA NO PERTENECEN A LOS PADRES", solía decir, no perdió uno ni dos hijos, sino los doce.
según cuenta la historia, agustina dejó una frase para la posteridad:
"¿POR QUÉ, DIOS MÍO, NO TENGO OTROS DOCE HIJOS PARA QUE CONTINÚEN DEFENDIENDO A LA PATRIA DEL INVASOR?".
hasta la proxima!!!
HOY LES VOY A PLATICAR SOBRE FRAGMENTO DE EL LIBRITO DE LAS SALAS DE LECTURA DE CONACULTA!
LA PATRIA ES PRIMERO:
AGUSTINA RAMIREZ, originaria de mocorito, sinaloa, no fua una madre común y corriente. durante la guerra contra la intervención francesa y el imperio de Maximiliano, agustina sufrió la muerte de su marido, que había marchado al campo de batalla, pero no lloró, tomó valor y ofreció la vida de sus doce hijos para defender la república, " OS ENTREGO, PORQUE CUANDO LA PATRIA ESTA EN PELIGRO, LOS HIJOS YA NO PERTENECEN A LOS PADRES", solía decir, no perdió uno ni dos hijos, sino los doce.
según cuenta la historia, agustina dejó una frase para la posteridad:
"¿POR QUÉ, DIOS MÍO, NO TENGO OTROS DOCE HIJOS PARA QUE CONTINÚEN DEFENDIENDO A LA PATRIA DEL INVASOR?".
hasta la proxima!!!
viernes, 16 de agosto de 2013
COMO REALIZAR UN CLUB DE LECTURA!! QUIERES ASESORIA? ESCRIBEME!!!
¿Qué se necesita para poner en marcha un club?
Ante todo necesitamos un local donde celebrar
los encuentros, lotes de libros de un mismo título, un coordinador de la
actividad, unos acuerdos básicos para funcionar y lo más importante: participantes.
¿Quién puede crear un club de lectura?
La iniciativa privada y la pública se solapan
en la mayoría de casos. Un club de lectura puede funcionar tanto impulsado por
una biblioteca, un grupo de amigos, un grupo de padres, una asociación cultural,
una residencia de la tercera edad, un programa de integración de inmigrantes,
una onegé, un aula de lectura, a propuesta de un profesor o de un conjunto de
alumnos... Lo importante es querer desarrollar la actividad, planificarla con
método y realizarla con ilusión.
¿Cuál es el lugar más idóneo para los
encuentros?
Vale cualquier sitio siempre y cuando haya
unas condiciones mínimas de habitabilidad y no se moleste a otras personas. A
partir de ahí, sirve tanto la sala de una biblioteca como el local de una
asociación, una librería o un aula multiusos. Eso sí necesitaremos sillas para
que los participantes puedan sentarse y una mesa donde colocar los libros,
folios y bolígrafos. Si se puede elegir, mejor escoged una mesa redonda o en
todo caso oval porque permite a miembros del club verse las caras.
¿Cuántos podemos formar el grupo?
Un buen grupo es aquel que se mueve en torno a
los 10-20 participantes. Por debajo de esta cifra el riesgo de que un día no
puedan acudir parte o la mayoría de sus miembros entraña serios riesgos para el
éxito de la actividad. Más de 20 miembros no es aconsejable, tanto por la
dificultad de moderar la tertulia como por la de reunir lotes de libros de más
de 20 ejemplares.
Si bien hay clubes que contradicen este
postulado y funcionan a la maravilla con tan sólo 6 participantes o con 25.
¿De dónde sacamos los libros?
Es obvio que para funcionar como club
necesitamos lotes de libros de un mismo título suficientes para repartir entre
los participantes. Tal vez este sea el gasto más importante de la actividad,
por eso hay que estudiar todas las posibilidades.
1.Comprar nosotros el lote del libro elegido
2.Pedirlo en préstamo a otros clubes de
lectura
3. Ponernos de acuerdo con otros clubes de
nuestra provincia para compartir gastos y hacer rotación de libros.
4.Conseguir que un organismo de una provincia
o autonomía financie cada año la compra de libros y estos puedan circular de
club en club mediante un formulario de reserva.
Si adquirimos nosotros los libros deberemos
tener en cuenta el tipo de letra de la edición, la edición en sí (algunas son
tan malas que enseguida se desbaratan) y un factor de calidad literaria:
¿pasado el tiempo seguirá mereciendo la pena tener un fondo tan elevado de la
obra escogida?
Podemos pedir libros a otros clubes, siempre y
cuando también nosotros compremos algún título (por poco que sea lo que
podamos) y ofrezcamos nuestro fondo. De esa manera enriquecemos el catálogo
común.
Para abaratar costes (de transporte en caso de
préstamo entre provincias o de inversión en libros, cuando se ha producido
adquisición de obras) recurriremos a una fórmula interesante consistente en
convocar reuniones periódicas de los coordinadores de clubes que haya en una
misma provincia y hacer una puesta en común de intenciones, proyectos, reservas
de libros e iniciativas de las que puedan beneficiarse todos los clubes.
¿Qué horario es el mejor?
El horario de mañana conviene más, por lo
general, a los grupos integrados mayoritariamente por mujeres. Para algunas
mamás con hijos pequeños y que trabajan sólo en casa, el horario vespertino es
imposible. También las amas de casa sin responsabilidades de hijos, los
jubilados, los trabajadores por turnos y los estudiantes pueden estar
interesados en esta oferta matinal.
Sin embargo, la oferta más amplia la
encontraremos en los grupos de tarde y de tarde-noche. Un porcentaje elevado de
participantes en clubes de lectura se inclina por esta opción para poder
combinar ocio, trabajo y familia.
¿Con qué periodicidad nos reuniremos?
Una vez cada semana.
Una vez cada quince días.
Una vez al mes.
Dependiendo de la naturaleza del club, de la
facilidad para conseguir lotes libros, del tiempo que dispongan los integrantes
del grupo, se podrá fijar una periodicidad. A priori ninguna es mejor que el
resto.
¿Necesitamos un nombre?
El nombre proporciona cierta información sobre
la actividad, por eso es importante que se
llame de alguna manera. Club de lectura, tertulias literarias, taller de
lectura, grupo de lectura son algunos de las denominaciones más frecuentes.
La figura del coordinador/a
Sin coordinador es difícil, aunque no
imposible, poner en marcha un club de lectura. El coordinador/a es la persona
encargada de planificar todos los aspectos referidos la actividad:
*La elección de los títulos
* La programación del club para el tiempo que
se estime (trimestre, semestre o año)
* La periodicidad de las reuniones, así como
la elección de día, fecha y hora más idóneos
*Preparar la documentación sobre los autores y
las obras elegidas
*Planificar las actividades complementarias
que vayan a hacerse.
*Moderar las reuniones (impedir la
monopolización de la palabra)
*Apagar fuegos
* Controlar el préstamo y la devolución de los
libros
* Recoger las sugerencias de los miembros del
grupo y proponer iniciativas
Las responsabilidades del coordinador son
grandes. Puede coincidir con la figura del bibliotecario/a, pero también puede
ser una persona ajena a la institución que, bien por sus cualidades o por su
formación, recibe una remuneración por el desempeño de esta actividad. Si no se
cuenta con presupuesto la dificultad se puede solventar recurriendo al concurso
de los voluntarios. De hecho, hay clubes que por criterio propio funcionan con
coordinadores rotatorios.
El coordinador debe ser un buen lector.
Asimismo conviene que sea una persona de recursos, hábil para conducir temas
espinosos, motivadora, con capacidad de observación y resolutiva.
Partimos de la premisa de que no tiene por qué
ser un/a profesor/a de literatura. El coordinador es sencillamente un mediador
dotado para la animación a la lectura.
Acuerdos básicos
Un club de lectura se rige más por acuerdos
que por normas. Es importante mencionar desde el principio el respeto a las
opiniones ajenas, desterrar el insulto y la descalificación y facilitar el
diálogo.
En cuanto al cuidado de los libros se debe
repetir a menudo la prohibición del subrayado de libros y aconsejar a los
participantes que forren sus ejemplares mientras lo están usando para prevenir
posibles manchas y deterioro de las pastas.
Por lo general esta actividad es de carácter
gratuito. La forma de evitar que se apunten personas que no piensan ir, pero sí
ocupan una plaza, es pedir a los participantes un compromiso con la actividad
que, si bien no implica obligatoriedad de asistencia, requiere una cierta
regularidad de asistencia.
¿De dónde sacamos a los participantes?
Los potenciales participantes, en la mayor
parte de los casos, no se van a enterar de la puesta en marcha del club de
lectura así que hay que salir en su busca. Poner carteles con reclamos
atractivos en lugares como bibliotecas, casas de cultura, ayuntamientos,
colegios, institutos y residencias es una buena idea.
Otro buen método de reclutamiento consiste en
repartir octavillas fotocopiadas en sitios donde contamos con la heterogeneidad
de sus usuarios : supermercados, gimnasios, clases de manualidades, talleres
varios, cafeterías, sedes de asociaciones culturales, museos, salas de
exposiciones, escuelas de idiomas, piscinas, herboristerías, Bancos, oficinas
de Cajas de Ahorro…
Los medios de comunicación pueden resultar una
baza importante. Lo que ocurre es que salvo los medios locales, el resto, no
acostumbra a pararse demasiado en las pequeñas iniciativas culturales. De modo
que conviene ser ingenioso y redactar una nota de prensa imaginativa que
atraiga la atención de los periodistas. No deberíamos descuidar las radios,
mucho más interesantes que los periódicos, porque admiten de mejor grado que el
coordinador o el director de la actividad vaya a la emisora a contar en qué
consiste la iniciativa.
El primer día
El primer día hay que dedicarlo a conocerse.
Los integrantes del club pueden presentarse y comentar por qué han respondido a
la llamada de la actividad y qué esperan del club de lectura. Definir sus
perfiles como lectores ayudará al coordinador a reorientar la actividad. Es
aconsejable introducir algún juego dinamizador pues ayuda a superar el bloqueo
inicial del grupo de desconocidos. Por ejemplo, los integrantes pueden
presentarse por parejas después de conversar unos minutos y decirse lo más
esencial: nombre, profesión, lugar de procedencia, aficiones…
El coordinador debe explicar en qué consiste
su papel y/o el del bibliotecario y cuál va a ser la mecánica de funcionamiento
del grupo en adelante. Explicará que todos los participantes van a recibir un
libro para llevar a casa y que en el caso de los títulos voluminosos se fijará
una cantidad de páginas para cada reunión del club. Si lo considera
conveniente, puede dar unas pautas de antemano sobre la obra: localización de
la historia, grado de dificultad, singularidades del autor…
Pongamos un ejemplo: si se va a leer
"Aura" de Carlos Fuentes, podría avisar de la peculiaridad del empleo
de la segunda persona narrativa, algo bastante infrecuente en la narrativa
tradicional.
También deberá proporcionar al grupo sencillas
instrucciones para el día de la reunión: como pedirle a los participantes del
club que traigan anotaciones de citas, descripciones, comentarios sobre
personajes o momentos de la obra literaria que le hayan suscitado alguna
reflexión, observaciones de la estructura, dudas que han ido surgiendo durante
la lectura y cualquier aspecto que les atraiga; facilitará el trabajo del grupo
con el análisis de la lectura.
No olvidar, sin embargo, que el objetivo de
este primer día es despertar apetito en los lectores. Deberemos llevar el guión
bien preparado con preguntas motivadoras y algún texto que induzca al
intercambio de opiniones y a querer volver el próximo día.
Suele ser divertido comentar nuestros hábitos
lectores: dónde leemos, qué horario preferimos, cómo elegimos los títulos que
vamos a leer, qué nos gusta de un libro, si prestamos o no nuestros ejemplares,
anécdotas que nos hayan sucedido…
Gobernar el club de lectura
Para evitar agobios innecesarios es preferible
visitar algún club de lectura como espectador/a y consultar con los
coordinadores que tienen más experiencia el desarrollo de una sesión tipo.
¿Cómo se desarrolla una sesión tipo?
En la mayor parte de las experiencias de
clubes de lectura los participantes esperan indicaciones del coordinador para
empezar a comentar la lectura. Lo habitual es empezar, si no se ha hecho en una
sesión anterior, con la presentación del autor/a y de la obra. Puede llevarse
alguna reseña crítica o una entrevista especialmente interesante. Introducido
el tema se procederá a hacer una ronda de tanteo: ¿qué os ha parecido el libro?
El coordinador debe ir introduciendo, si no lo
hacen los participantes del club, temas como estructura, contenido, género,
punto de vista, tiempo narrativo.
Los lectores gustan de relacionar las lecturas
unas con otras. Una de las razones por las que acuden los miembros del club a
las reuniones descansa en el deseo de profundizar en la lectura solitaria y
añadir nuevas interpretaciones a la propia.
¿Quién hace de moderador?
El éxito de un club de lectura descansa en
buena parte en las capacidades del coordinador/a para moderar. No todos los
miembros del club quieren hablar, pero sin duda encontraremos frecuentemente
miembros de estos grupos que sólo quieren hablar ellos. Si no queremos perder a
nuestros participantes menos verborraicos deberemos prestar atención a aquéllos
que intentan hablar y como rara vez se les deja, al segundo intento desisten de
hacerlo por lo que acaban cansándose y marchándose del grupo.
¿Qué documentación aporta el coordinador y
dónde la encuentra?
Tampoco se trata de apabullar a los miembros
del club con una avalancha de información sacada de enciclopedias o vastas
monografías. A veces basta con la referencia a un artículo o una breve nota
biográfica. No obstante los participantes agradecen que se sitúe al artista en
su tiempo y en su corriente. Comentar el Frankestein de Mary Shelley implica
situar la obra en el movimiento Romántico y mencionar la apuesta que un grupo
de escritores hizo sobre quién de ellos escribiría el relato de miedo más
terrorífico, origen de la obra (de no haber mediado este reto, Frankestein no
existiría).
Para elaborar un pequeño dossier sobre el
autor y su obra, las revistas literarias suelen ser una buena fuente de
información, tanto las de versión papel como las digitales. Hoy día la mayoría
de los escritores tiene página web con reseña biográfica, información sobre los
libros que ha publicado, premios literarios obtenidos y un dossier de prensa.
¿Qué clase de actividades complementarias
podemos proponer?
Aquí bien vale el viejo lema sesentayochero:
"la imaginación al poder". Hay infinidad de actividades que
complementan la lectura del libro: desde ver una película basada en el original
literario o asistir a una representación teatral, hasta una excursión al lugar
donde se ambienta una novela, planificar encuentros con escritores, trazar un
itinerario literario de una ciudad protagonista de una lectura, confeccionar un
mapa con los acontecimientos históricos que surgen de un determinado libro,
organizar una conferencia sobre conexiones entre la música y la literatura;
realizar una lectura colectiva de homenaje a un clásico, visitar un museo de
arte moderno si se ha elegido una obra que provoque una discusión sobre el arte
contemporáneo, convocar un concurso de relatos, seleccionados entre escritores
consagrados, con una votación a mano alzada para elegir el mejor relato según
criterio de los miembros del club de lectura. Y suma y sigue...
Buenas ideas
Si de cada libro se elabora una ficha y al
término de la lectura se reparte a cada uno de los participantes la fotocopia,
estos llevarán control de sus lecturas y les servirá para refrescar la memoria
cuando quieran saber qué leyeron el pasado año y si recomendarían o no tal
libro.
Esta ficha y la documentación que se haya
utilizado sobre el libro puede acompañar al lote de libros cuando éste se
preste a otro club de lectura y así facilitar el trabajo documental.
Plantear las lecturas de un trimestre
alrededor de una temática concreta ayuda a redondear la programación y puede
sacar de apuros a un club de lectura de pocos recursos. Un ejemplo podría ser
"UN TRIMESTRE DE CUENTO" con lecturas de relatos del género en todas
sus vertientes: clásico, de humor, gótico, de terror, psicológico, realista,
folfklórico, fantástico, filosófico...
La elección de los títulos
Quizás éste sea el capítulo más delicado y en
el que resulte más difícil atinar. Una buena selección de obras para el club de
lectura requiere: conocimiento previo de la obra, exigencia de calidad
literaria, interés del planteamiento argumental y del desarrollo de la
historia.
Libros de consenso general:
Hay una serie de libros casi infalibles para empezar
la actividad literaria de un club de lectura. La razón es que gustan a la
mayoría de lectores con independencia de la edad, el sexo, procedencia
geográfica y extracción social. Estos libros conforman esta breve selección:
Adultos
El amor en los tiempos del cólera
Gabriel García Márquez
La sonrisa etrusca
José Luis Sampedro
La casa de los espíritus
Isabel Allende
Orgullo y prejuicio
Jane Austen
El guardián entre el centeno
J.D. Salinger
Mejillones para cenar
Birgit Vanderbeke
Las hijas de Hanna
Marianne Fredriksson
Sostiene Pereira
Antonio Tabucchi
El callejón de los milagros
Nayib Mahfuz
La quinta mujer
Henning Mankell
El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde
Sueños en el umbral
Fátima Mernissi
Juvenil:
Los zapatos de murano
Miguel A. Fernández Pacheco
Los escarabajos vuelan al atardecer
Maria Gripe
Cuando Hitler robó el conejo rosa
Judith Kerr
Postales desde la tierra de nadie
Aidan Chambers
Día de Reyes Magos
Emilio Pascual
La traidora
Gudrun Pausewang
Cuaderno de agosto
Alice Vieira
Paradero desconocido
Kathrine
Kressmann Taylor
Infantil
Matilda
Roald Dahl
Anastasia Krupnik
Lois Lowry
Manolito Gafotas
Elvira Lindo
El pequeño Nicolás
Sempé Goscinny
Los batautos
Consuelo Armijo
La increíble historia de la hormiga Miga
Emili Teixidor
Las cosas de Ramón Lamote
Paco Martín
Los hijos de Lúa
Fina Casaldelrrey
Actos sociales
El club de lectura es en sí un acto social. No
obstante abre la puerta a otros. Para aprovechar oportunidades de difusión de
actividades de un pueblo o ciudad, la biblioteca, librería, centro cívico etc..
debe acostumbrarse a dejar sobre la mesa de reuniones información sobre
proyecciones de cine, exposiciones, conciertos, charlas, cursos, seminarios,
visitas de escritores, talleres en la biblioteca y otros. Seguro que a más de
un participante del club le encantará esta clase de atenciones.
Evaluación
La crítica es siempre constructiva y por eso
el coordinador debe someter a examen la actividad. Mejor que la encuesta sea
anónima porque así los participantes se sentirán más libres de opinar.
La evaluación de la actividad debe contemplar
aspectos como: nivel de integración de los participantes, satisfacción,
aspectos positivos y negativos, calificación de los libros y cuál sería su
contribución para mejorar el desarrollo del club.
Las fechas especiales
Suele ocurrir que al cabo de cierto tiempo de
compartir tiempo de ocio juntos, el grupo desarrolle iniciativas como hacer una
cena de Navidad o fin de curso. También se puede dar el caso de que se proponga
una merienda o un desayuno colectivo con aportaciones de cada participante: un
termo de café, una botella de pacharán, unas pastas, un bizcocho casero, una
caja de bombones, una tortilla de patatas…
Para festejar el día del libro, el San Jordi,
las Letras Galegas, el día internacional del Libro Infantil y Juvenil se pueden
organizar también sencillas celebraciones donde se combine gastronomía con
literatura.
Si se cuenta con presupuesto, para dar la
bienvenida a los participantes, estos apreciarán, sin duda, un sencillo
piscolabis que ayude a romper el hielo y a dar carácter festivo al inicio de la
actividad.
Ejemplos de clubes de lectura:
-De narrativa
-De padres
-De idiomas
-De ensayo
-De género negro
-De poesía
-De mujeres
-De autor/a
-De adolescentes
-De niños
-De literatura infantil y juvenil para adultos
-De mayores
-De enfermos
-De presos
-De verano
-De campamentos
-De gastronomía
-De literatura y cine
Directorio de preguntas frecuentes:
P: ¿Dónde puedo conseguir más libros de este
autor/a?
R: El coordinador del club, el bibliotecario,
el librero o el editor pueden proporcionarte la información. En caso de que la
biblioteca no posea más obra propón una desiderata para que cuando haya
presupuesto tu título elegido figure entre las compras preferentes.
Las bibliotecas también ofrecen la posibilidad
del préstamo interbibliotecario, así que puedes solicitarlo y, eso sí, leerlo
en sala porque no lo podrás llevar a casa.
P: Voy a crear un club de lectura ¿es
preferible que los participantes sean de una edad y sexo o por el contrario
resulta más interesante o enriquecedor la mezcla?
R: Si se trata de un club infantil o juvenil
mejor busca la homogeneidad. También resulta más interesante esta opción si el
club es específico: por ejemplo de enfermos o de presos. En el caso de adultos
siempre es más enriquecedora la mezcla.
P: ¿Es bueno vetar de antemano ciertos temas
como la religión y la política?
R: Cada grupo establece sus normas. La
religión y la política están en todos los aspectos de la vida, por lo que será
muy difícil que no salgan en un momento dado. Compete al coordinador/a vigilar
que el clima de las conversaciones sea de respeto y nunca de insulto o mofa.
P: Soy incompatible con algún miembro del
grupo y me está afectando tanto su comportamiento que me planteo dejar el grupo
¿debo comentarlo con el coordinador?
R: Desde luego que sí. Sería muy triste que
tuvieses que abandonar una actividad que te proporciona un gran placer por la
actitud de otra persona. Busca la ayuda del coordinador e intenta arreglar la
situación.
Cómo
crear un club de lectura
en cualquier rincón del mundo
¿Y por qué tú no? Crear un club de lectura no
resulta una empresa difícil. Sigue nuestras pautas y enriquécete con tu propia
experiencia.
La
denominación club de lectura:
Denominamos club de lectura al grupo de
lectores que se reúne periódicamente para realizar una puesta en común de los
libros que, previamente, han leído en todo o en parte sus integrantes, de forma
solitaria.
P: ¿Qué hago cuando por un imprevisto de
última hora no dispongo de los libros que debía entregar a los miembros del
club?
R: Coméntaselo a los participantes y propón un
cambio. Sé previsor/a y ten en la recámara siempre dispuesto un relato que
puedas repartir en un momento dado.
P: Las lecturas que programa nuestro
coordinador/a del club no nos suelen gustar en general pero aunque se lo
decimos persiste en el empeño de seguir programando libros de ese tipo ¿qué hacemos?
R: Recurrid a Fuenteovejuna todos a una y
hablarlo en grupo. Explicadle vuestras razones y las posibles soluciones.
Ofrecedle títulos alternativos.
P:¿Es bueno dar carta blanca a los
participantes del club para que sean ellos los que elijan el tipo de lectura
que programaremos?
R: Siempre resulta interesante escuchar
sugerencias. Eso no quiere decir que nos atengamos estrictamente a ellas pues
algunos títulos, por razón de tamaño, complejidad, dificultad de encontrar
ejemplares, pueden no convenirnos, de modo que sí pero no al cien por cien.
viernes, 15 de marzo de 2013
COLIMA ESTA IMPREGNADA DE RECUERDOS Y NOSTALGIAS DESDE EL ARDIENTE VOLCÁN HASTA LAS TEMPLADAS AGUAS DE SALAGUA. HE AQUÍ " MI COLIMA" (FRAGMENTO). |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO " MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO " MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO "MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO " MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO " MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO "MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO "MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CCIO "MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN F@CIO "MI COLIMA" |
DE LA COLECCIÓN (F@CCIO) " MI COLIMA" |
LOS PORTALES EN COLIMA |
EN COLIMA LA BELLEZA ES EXUBERANTE |
LA ARMONÍA Y EL ARTE EN EL ANDADOR CONSTITUCIÓN. |
lunes, 11 de marzo de 2013
JUAN JOSÉ ARREOLA HIJO DE
"ZAPOTLÁN EL GRANDE"
Jaliciense, como Juan Rulfo y miembros ambos de la generación de escritores que transformó la literatura mexicana y puso dentro del panorama mundial, Juan José Arreola fue el escritor que con mayor libertad permitió que la imaginación se desbordara de su causes y consiguió una escritura que se apropia de las convenciones genéricas para trastocarlas y dar vida a una literatura novedosa y sorprendente. Borges dijo que "desdeñoso de las circunstancias históricas, geográficas y políticas, Juan José Arreola, en una época de recelosos y obstinados nacionalismos, fijó su mirada en el universo y en sus posibilidades fantásticas"; también dijo que aunque nació en México en 1918, "pudo haber nacido en cualquier lugar y en cualquier tiempo". En una época que nuestro país se decidía por el realismo y las tendencias la literatura de la tierra, Arreola, sin desdeñar realmente esos temas, construyó alegorías universales de la vida nacional.
La narrativa de Arreola fue durante un largo tiempo un problema para los especialistas en literatura. Sin afiliarse a un movimiento, ni siquiera a una vanguardia específica, fue una apuesta por la imaginación y el ludismo. Por otra parte, el sentido del humor y las formas de la ficción breve que cultivó Arreola condicionaron durante un tiempo que su literatura fuera vista con recelo. Sin embargo, en cuentos como "El guardagujas", "La migala", "El miligramo prodigioso", "Baby H.P.", "Botella de Klein" es posible encontrar las huellas que dieron origen a una nueva tradición de literatura mexicana. De hecho, la importancia de Arreola en el campo de la legitimación de la ficción breve para el canon de la gran literatura apenas se empezó a reconocer hace unos diez años.
Otro de los terrenos en que Arreola se apartó de la práctica usual de la literatura mexicana fue en asumir los retos que plantea hacer literatura de imaginación. En la narrativa de Arreola el absurdo, lo fantástico, lo alegórico se unen en estructuras entretejidas de ironía y simbolismo. El compromiso de escribir literatura mimética pude ser representar adecuadamente el mundo, pero el de escribir literatura fantástica es representar adecuadamente los sueños, dejar entrever por las fisuras que la realidad ofrece un mundo más terrible o más brillante, pero menos monótono. Es también permitir que la realidad deje de ser para que signifique. En "El guardagujas", horrible y festiva caricatura de una realidad nacional sin rumbo, se han querido ver las huellas de Kafka. Puede ser verdad, el absurdo y la aceptación monocorde del destino, la falta de sorpresa y de reacción ante una realidad que nos rebasa y nos destruye están presentes, pero creo que Kafka nos hace llorar y Arreola sonreír.
Y, para todos aquellos que aún creen que la literatura fantástica es una forma de evasión, existe la respuesta de "El prodigioso miligramo" en el que un objeto, al parecer completamente inútil, se convierte en el eje del mundo, donde la fe y la humildad son suficientes para justificar la transmutación y conmocionar los cimientos del mundo y donde, al olvidarse los fundamentos de esa misma fe, las formas más espúrias de la imitación destruyen toda posibilidad de subsistencia.
Hay quienes recordaran a Juan José Arreola cómo quien rompió con las estructuras tradicionales de la literatura mexicana; hay quienes lo pensaran como un escritor del boom latinoamericano (otros, haciéndose eco de él mismo, como un insubordinado del boom; Borges lo consideró un no afiliado a los "ismos"), pero todos lo recordaremos como un gran escritor, tal vez el mejor escritor de ficción breve de México.
Hay recuerdos que no pueden apagarse pasé lo que pasé. Arreola ya no es una presencia o una señal, pero sigue siendo una luz en la memoria. Lo recordaremos como uno de los tres grandes escritores de Jalisco, como el último juglar, o como el primero que le abrió las puertas de la imprenta a escritores Carlos Fuentes o a Elena Poniatowska; lo recordaremos por sus intervenciones, afortunadas o no, en la televisión, lo recordaremos por las no por eruditas menos entretenidas charlas que sostenía con Antonio Alatorre, pero, sobre todo lo recordaremos como aquel vario y prodigioso ingenio capaz de alegrar la visión de Kafka.
http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/biblioteca/literatura/special/arreola/biografia.htm
martes, 5 de febrero de 2013
viernes, 1 de febrero de 2013
SALUDO A LOS 3 LECTORES DE ESTA SALA!
Alberto Isaac, un caricaturista en el Museo del Estanquillo
Alberto Isaac fue uno de los personajes más versátiles de México ya que durante su vida se desarrolló en varias disciplinas como la caricatura, el cine, la pintura y la natación. Curiosamente, fue una persona que destacó en todo lo que hacía, un claro ejemplo son los records de natación que estableció en México y Centroamérica, así como el hecho de que fue llamado para los Juegos Olímpicos de Helsinki (1940) y de Londres (1944), aunque, por la Segunda Guerra Mundial no pudo asistir. En el ámbito cinematográfico realizó 13 películas con las que fue nominado a un Óscar, a los Premios Diosa de Plata y a los Ariel, ganando 11 de éstos últimos.
Su humor ácido y su interés político-social lo llevaron a trascender también en la caricatura; dedicó los últimos años de su vida a dibujar cartones para el periódico Ecos de la Costa y El Correo de Manzanillo. Sus divertidos y sarcásticos trabajos lo llevaron a ganar en el Premio Nacional de Periodismo de México. Por si fuera poco, por su desarrollo en el ámbito artístico, logró entablar amistad con varios artistas y pensadores mexicanos entre los que destaca Carlos Monsiváis, quien se dedicó a coleccionar los originales de las caricaturas de Alberto Isaac.
Para todos los que no nos tocó vivir el humor de la caricatura de Alberto Isaac, y para todos los que quieren volver a reírse con sus cartones, el Museo del Estanquillo montó la exposición “Alberto Isaac Caricaturista”, una pequeña muestra con algunos de los mejores cartones de este polifacético personaje. Las más de doscientas piezas que se presentan en esta exhibición son los trabajos originales que Alberto Isaac le regaló a Carlos Monsiváis, quien antes de morir dijo que quería montar una exposición con todas las caricaturas que tenía de Isaac.
Probablemente doscientos cartones suena muy poco, tomando en cuenta que Monsiváis tenía más de tres mil en su colección; sin embargo, son una excelente muestra del trabajo de éste interesante personaje. Todos los cartones reflejan la realidad politico-social que se estaba viviendo en la década de los ochentas y a principios de los noventa; en ellas, Alberto Isaac nos habla de Los Tapados, las guerras, la política y la corrupción, siempre con un toque de ironía y sarcasmo que nos ayudan a pasarnos el trago amargo de la realidad.
La mayoría de los cartones, si no es que todos, logran esbozarnos una sonrisa, nos llevan a soltar una carcajada o una risa inquieta, ya que realmente tienen un humor único que se debe vivir para describir. Ésto es lo que hace que “Alberto Isaac Caricaturista” sea una excelente opción para pasar un rato muy agradable.
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